El tramo de carretera recientemente inaugurado servirá para estudiar el comportamiento del nuevo compuesto. Hasta el momento, los ensayos en laboratorio permiten saber que además de los beneficios medioambientales, la nueva mezcla asfáltica posee mejores características técnicas que las tradicionales y además es más duradera, por lo que se prevé minimizar las operaciones de mantenimiento y obtener un importante ahorro económico.
La obra será el campo de pruebas definitivo para Polymix. Durante 18 meses, se ha previsto medir y valorar el comportamiento de los seis centímetros de espesor de la capa de rodadura mediante una serie de ensayos de control de calidad y monitorización realizados por el Centro de Experimentación de Obras Públicas (Cedex) del Ministerio de Fomento. En relación con el comportamiento estructural se estudiará el deterioro por fatiga, y la posible deformación, los resultados bajo el efecto del agua, la evolución de la elasticidad y la formación de roderas. Mientras que desde el punto de vista funcional se analizará la pérdida de la regularidad a lo largo del trazado, la pérdida de macrotextura y la pérdida de propiedades antideslizantes.
El proyecto Polymix (LIFE10 ENV/ES/000516), financiado con fondos europeos a través del programa Life+, tiene como objetivo es estudiar el comportamiento de mezclas bituminosas modificadas con residuos plásticos. Para ello se ha llevado a cabo la construcción de cuatro tramos de experimentación en la obra de acondicionamiento de los accesos a Alcalá de Henares desde la M-300 llevada a cabo por la Comunidad de Madrid. A lo largo de dos kilómetros del trazado se han extendido cuatro tipos de mezclas asfálticas modificadas con diferentes tipos de residuos, concretamente perchas de poliestireno, tapones de polipropileno, envases de polietileno y polvo de caucho procedente de neumáticos fuera de uso. En los análisis de laboratorio, estas cuatro mezclas han demostrado una serie de ventajas frente a la mezcla asfáltica convencional. En primer lugar la medioambiental, ya que para los dos kilómetros de carretera asfaltada se han valorizado un total de 20 toneladas de residuos con la consiguiente reducción en la utilización de polímeros vírgenes. Además, se ha observado un mejor comportamiento técnico del material frente a las deformaciones plásticas y mejores prestaciones mecánicas, por lo que se trata de un compuesto más duradero que el tradicional que verá reducidas las operaciones de mantenimiento y conservación de la vía.