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España acaba de vivir una semana de vértigo.
El lunes 9 de julio los ministros de economia y finanzas del Eurogrupo llegaron a un acuerdo político entorno al Memorandum de Entendimiento (ME) que contiene la condicionalidad que irá ligada al programa de rescate de la banca española. A pesar de que no se espera la aprobación de la versión definitiva del ME hasta el 20 de julio, un día después de la reunión del Eurogrupo ya se había filtrado a la prensa un borrador detalladísimo del mismo.
Los ministros del Eurogrupo también aprobaron el lunes la propuesta de la Comisión Europea de conceder a España un año más de plazo (hasta el 2014) para reducir su déficit público por debajo del 3%. A cambio de este año extra, el gobierno español se comprometió a realizar un ajuste fiscal adicional por valor de 65.000 millones de euros, en los próximos dos años y medio, a través de una bateria de medidas fiscales nuevas, que Rajoy anunció el miércoles 11 de julio al Congreso y que el gobierno aprobó el viernes.
Uno de los cometidos principales de la reunión del Eurogrupo era concretar los acuerdos políticos alcanzados por los jefes de estado y de gobierno de la zona euro durante el Consejo Europeo del 28-29 de junio. El comunicado que resumía las decisiones del Eurogrupo del 9 de julio clarificaba, sobre todo, que hasta que no se pusiese en marcha el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) cualquier desembolso que formase parte del rescate de 100.000 millones para recapitalizar bancos españoles sería concedido por el Fondo Europeo de Estabilidad Europea (FEEF) al Estado español a través del FROB y que, por lo tanto, sería el Estado español el que se haría responsable de su devolución. Una vez que el MEDE empiece a funcionar, el crédito a España será transferido del FEEF al MEDE, sin que el MEDE adquiera por ello rango de acreedor privilegiado frente a los demás acreedores en caso de impago. La puesta en marcha del MEDE, además, está todavía pendiente de la ratificación del tratado por parte de todos los parlamentos nacionales de la zona euro y del dictamén del tribunal constitucional alemán sobre su conformidad con la constitución alemana.
El comunicado del Eurogrupo también afirmaba que en septiembre se empezaría a discutir la posibilidad de conceder al MEDE la capacidad de financiar directamente recapitalizaciones bancarias en países de la zona euro sin tener que pasar por los Estados. La idea es que la financiación del MEDE no contribuya a aumentar aún más la deuda de los países receptores ya afectados por la crisis de la deuda soberana. Esta posibilidad, a la que el gobierno español ha apostado todo, queda estrictamente condicionada, sin embargo, a las negociaciones para crear un futuro supervisor bancario europeo en el que participe el BCE. Negociaciones que igualmente empezarán en septiembre sobre la base de una propuesta de la Comisión Europea.
Por mucho que insista el gobierno español en aparentar lo contrario, no existe absolutamente ninguna garantía de que un futuro acuerdo sobre los poderes de un supervisor bancario europeo satisfagan lo suficiente a países como Alemania, como para que éstos aprueben conceder al MEDE la capacidad de recapitalizar directamente bancos sin cargo a la deuda soberana de los paises receptores. Lo que es más, aunque se llegase a un acuerdo sobre este punto, tampoco existe garantía alguna de que España pueda traspasar los créditos, para las recapitalizaciones ya desembolsados, de su deuda publica a un futuro MEDE dotado de estos poderes adicionales. Estos fueron dos puntos que el ministro de economía alemán, Wolfgang Schäuble, dejó ya muy claros en una entrevista que concedió a El País el pasado 8 de julio.
El 14 de julio, en declaraciones al Börsen Zeitung, el gobernador del banco central alemán, Jens Weidmann, además recomendaba al gobierno español que se deje de ilusiones y que pida directamente cuanto antes un rescate financiero también para el Estado español, dado el frágil estado de la economía que hace imposible separar el deterioro de la situación bancaria de la fiscal.
A pesar de ello, Rajoy, contradiciendo a todos los analistas del mercado, insistía en su discurso del 11 de julio ante el Congreso que el problema no es la falta de credibilidad de los acuerdos sobre recapitalizaciones directas por parte del MEDE y la creación de un futuro supervisor europeo. Afirmar lo contrario equivaldría a contradecir la caracterización de Rajoy de su gestión en el Consejo Europeo como un
"éxito". No, según Rajoy el único problema es que el FEEF/MEDE no ha empezado todavía a comprar bonos españoles, no su
"brillante" gestión en el Consejo Europeo del 28-29 de junio.
¿Que implica la condicionalidad del Memorandum de Entendimiento?
- La condicionalidad económica, fiscal y financiera son inseparablesLo primero que salta a la vista cuando uno lee el texto publicado del ME es lo ridículo de la insistencia de Rajoy, en su discurso del 11 de julio, que el rescate de los 100.000 millones solo está ligado a una condicionalidad sobre el sector financiero y no sobre la política económica o fiscal del gobierno, tras lo cual el Presidente pasó a anunciar medidas de ajuste fiscal por valor de 65.000 millones de euros.
Por si hay dudas, el primer párrafo del ME dice claramente que España tendrá que cumplir con sus compromisos de ajuste fiscal bajo el Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE) al que está sometido y sus compromisos de política económica contenidos en las recomendaciones hechas por la Comisión Europea en el marco del Semestre Europeo. Si aún hay dudas, el ME detalla que el progreso de España en la ejecución de sus compromisos de política fiscal y económica será sometido a un riguroso seguimiento en paralelo al de la implementación de su programa de recapitalizaciones bancarias y reformas financieras.
- Treinta mil millones ahora, el resto para despuésEl ME fija un calendario de actuaciones para implementar el programa de reestructuración y recapitalizacion bancaria en España cuya finalización prevé para finales del 2013. El diario alemán Der Spiegel, el 15 de julio, afirmaba que disponía de información de que el programa de recapitalización abonaría los créditos en cuatro tramos (el último de ellos en la seguna mitad del 2013) y que los créditos vencerían a más tardar en el 2028.
A partir de finales de este mes de julio, el FEEF pondrá a disposición del gobierno español, en caso de que lo pida, una primera partida de 30.000 millones de euros. Estos fondos están pensados para ser usados solo en caso de que se aceleren los acontecimientos de manera inesperada y que la inestabilidad del sistema financiero imponga recapitalizaciones urgentes. En realidad, las recapitalizaciones bancarias no deberían comenzar hasta después de septiembre del 2012, una vez que las cuatro auditoras cont